Con apenas cuatro años de edad le dijo a su padre que queria ser pelotero, y desde entonces, con un bate entre las manos, no ha hecho más que convertir su sueño en realidad.

Rolando Rodríguez es un destacado jugador de béisbol en Coral Gables. Este joven cubano comenzó su trayectoria deportiva desde muy pequeño, e inspirado en su padre, Campeón Nacional de Tiro del equipo Cuba, él decidió seguir sus pasos y apuntar hacia las más altas metas profesionales.

Con solo ocho años Rolando ya formaba parte del equipo del distrito en su país y al cumplir 12 años ya era receptor del equipo provincial de Ciudad Habana. Durante tres años consecutivos asistió a un colegio internado solo para deportistas, como miembro de un equipo de solo 25 peloteros escogidos en todo el estado. Por su esfuerzo y dedicación fue nombrado el MVP (most valued player o jugador más valioso) de toda la provincia (Ciudad Habana, Cuba) a los 13 años.

“El deporte representa sacrificio, sacrificio y sacrificio,” dijo Rolando.

Desde su llegada a Coral Gables Rodríguez ocupó la importante posición de receptor en el Varsity Baseball Team. En cada uno de los partidos ha dejado su alma y su cuerpo dentro del campo de juego. Lograr su meta es su prioridad y entregarlo todo es para él más que un deber.

“El béisbol es mi vida. No existe diferencia alguna entre lo que hacemos dentro del terreno y fuera de él. El juego no es más que un reflejo de nuestras emociones; cuando se juega con pasión es porque eso es lo que llena tu vida”, dijo el joven de 17 años.

Este año la intensidad de entrenamiento ha cambiado en gran medida.

“Del 1 al 5 les doy un 6,” dijo el jugador.

Una potente preparación física cada lunes, miércoles y viernes de 5:00 a.m. a 6:40 a.m., unida al entrenamiento diario después de clases son solo muestras de la entrega y afán por lograr su meta.

“Nuestro objetivo final, hacer de Gables el campeón estatal, solo podrá conseguirse comenzando por lo más simple y básico: ganar fortaleza, agilidad, rapidez, mejorar la técnica, y sobre todo reforzar el trabajo en equipo,” dijo el pelotero.

Para Rolando el equipo es fundamental. El béisbol es un juego de grupo, donde cada participante tiene su única función. Es como una gran familia donde el apoyo de unos a otros es primordial. Trabajo en equipo y ayuda mutua es todo lo que se necesita para adquirir motivación.

Durante el verano Rolando ha participado en diferentes torneos en todo el estado de la Florida. Con un contrato de 3 años con Broward Community College, el deportista siente gran alivio al ver su más inmediato futuro asegurado. Muchos cazatalentos han venido interesados tras él, por lo cual, ha sido convocado a múltiples captaciones profesionales, de las cuales aún se esperan respuestas.

Llegar a las grandes ligas es su más anhelado sueño. Dar este paso significaría para él un orgullo personal inexplicable, un signo de que tanto sacrificio valió la pena.

“Incluso aunque no llegue sabré que no fui un perdedor, porque perdedor es aquel que no sueña, que no aspira a nada, que no lucha por lograr lo que desea. El béisbol es como una terapia, cuando entras al diamante olvidas el mundo y todos los problemas, dentro del campo solo importas tú, tu equipo y tu rival,” dijo Rolando.