El carismático papa Francisco acudió a una sesión especial de ambas cámaras encabezada por el vicepresidente de los EE.UU, John Biden, en su condición de presidente del senado, y el presidente de la cámara de representantes, John Boener, ambos, casualmente católicos. Esta aparición del papa en Washington marcó un acontecimiento histórico ya que es la primera vez que un jefe de la iglesia Católica se dirigía ante el pleno del Congreso y por lo que muchos temían que pudiera decir.

El esperado discurso del sumo Pontífice había generado muchas expectativas por la conocida resistencia de gran parte de los miembros de la mayoría republicana en el Congreso ante muchas de las ideas del Papa en temas extremadamente polémicos como el medio ambiente, los derechos de los homosexuales y la filosofía misma del sistema capitalista. Sin embargo, su santidad no se vio demasiado cuestionador e hizo un discurso en que estuvieron presentes los temas previstos en su agenda.

Estos controversiales temas fueron abordados con muchos mensajes entrelíneas y ninguna estridencia. Francisco abogó por eliminar la pena de muerte y habló con lo relacionado al sistema inmigratorio, la constante lucha contra la pobreza, la defensa de la familia y la conveniencia del diálogo entre países que han estado históricamente enfrentados refiriéndose aparentemente al dialogo entre Cuba y los Estados Unidos.

“El papa Francisco posee mucho conocimiento acerca de los temas que nos afectan a nivel mundial,” dijo el estudiante de onceno grado, Andy López.

Francisco se refirió a los Estados Unidos como un país que sigue siendo para muchos una tierra de prosperidad en la que todos los sueños se pueden llegar a hacer realidad. “Las personas de este magnífico continente no le tenemos a los extranjeros porque muchos de nosotros fuimos extranjeros. Lo digo como hijo de inmigrantes, consciente de que muchos de ustedes también descienden de inmigrantes”, dijo el Papa. El Papa pidió ver a los inmigrantes como personas y responder a sus circunstancias de manera humana, justa y fraterna.

El pontífice hizo un llamado a evitar los efectos más negativos del deterioro ambiental causado por la actividad humana. El Papa dijo estar convencido de que se puede hacer una diferencia y no tenía dudas de que los Estados Unidos y este congreso tienen un papel muy importante. Más allá de eso, el sumo pontífice expreso que es la hora de tomar cartas en el asunto mediante acciones y estrategias osadas para implementar una cultura del cuidado del medio ambiente. El papa invito al pueblo norteamericano a luchar contra la pobreza en múltiples frentes, especialmente en sus causas e incluyendo temas como la creación y distribución de la riqueza.

“El papa es una figura religiosa que atrae a los jóvenes de una manera muy especial,” dijo la estudiante de onceno grado, Brenda Hernández.

En una aparente defensa del acercamiento entre Cuba y los Estados Unidos, Francisco alabó los esfuerzos hechos hasta ahora, en los cuales ha tomado parte como facilitador. Francisco hiló su discurso a partir de figuras norteamericanas reconocidas por su lucha a favor del bienestar de la humanidad como el ex-presidente Abraham Lincoln   y el pastor protestante Martin Luther King Jr. Su discurso fue pronunciado en inglés y durante el tiempo que se encontró frente al Congreso fue alagado con aplausos y admiración.