El martes 20 de enero el Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, dio el discurso anual del Estado de la Unión; para muchos el discurso fue la raíz de una polémica contra el idealismo y para otros una fuente de inspiración para el futuro. El Presidente Obama presentó una visión progresiva para el país, sin embargo sujeto a la crítica de ambos partidos; los de la izquierda llaman por reforma masiva, y los conservadores vociferan “¿con cuáles fondos?” El presidente declaró su deseo por cooperación de ambos partidos contra las batallas ideológicas que dominan la política moderna.

“Que quede claro: una política mejor no requiere los demócratas abandonen su programa político ni en el que los republicanos simplemente tengan que aceptar mi programa con los brazos abiertos. Una política mejor requiere que apelemos a la decencia básica el uno del otro en vez de apelar a nuestros temores más elementales. Una política mejor requiere que debatamos sin demonizar el uno al otro,” dijo el Presidente Obama en su discurso.

El discurso del presidente explico cómo el país ha avanzado bajo su administración, citando los 11 millones de americanos quienes pudieron regresar al trabajo, el periodo de crecimiento económico ininterrumpido que el país ha tenido, los grandes avances en las industrias de la energía y la fabricación y el regreso de las tropas militares a casa. Estas cifras no se pueden negar, junto con el progreso social que el país ha tenido dentro de los últimos cinco años. El discurso del martes pasado fue el primer “Estado de la Unión,” mencionando a las palabras, “lesbianas, bisexuales, y transexuales,” aun con un tono de aceptación, en vez de la intolerancia frecuentemente vista dentro de la política dogmática.

“Yo estoy muy contenta que el presidente Obama mencionó a la comunidad LGBTQ en el discurso del Estado de la Unión. De seguro, él ha estado al frente del país, tratando de remover a la discriminación legal hacia un gran grupo de personas – por lo menos en muchos estados. Estoy entusiasmada de donde hemos llegado, y donde vamos,” dijo la estudiante del onceno grado, Jordan Payne.

Sin embargo, son las pólizas propuestas por el Presidente para el futuro que resultaron en gran protesta y discusión – eso y la objeción eterna contra el ObamaCare y su concepto soñado, pero con fallas de más. El presidente mencionó una necesidad de reforma fiscal dentro de los Estado Unidos, subiéndoles los impuestos a los ricos y añadiendo otro componente al sistema, como parte de la economía de la clase media, además cerrando las lagunas dentro del sistema. Idealmente esta propuesta puede trabajar, y el esfuerzo es noble, pero todo depende de una administración que aun evite la complicación mayor del organismo fiscal. Obama quiere una economía en que el hombre común de la clase media, es rey, no los gigantes millonarios parecidos a la Edad Dorada al principio del siglo XX. El se ha vuelto en un defensor de las uniones nacionales de labor, y “el salario digno”. Por cierto el tiene una visión beneficial para el país, sin embargo tendrá que haber un balance entre la protección del ciudadano y la redistribución de fondos o el colectivismo, una línea muy fina y fácil de cruzar.

Otro punto importante mencionado fue la importancia de la educación pos-secundaria. Se sabe que los Estados Unidos han retrocedido en cuanto al nivel de educación comparado a otros países, y Obama propuso la solución de hacer el colegio comunitario gratis para todos los ciudadanos y residentes legales de los Estados Unidos, con un promedio mínimo para las notas de los estudiantes, y el requisito de graduarse a tiempo.

“Lo que me preocupa es que el colegio comunitario se vuelva como los años 13 y 14 de la escuela. De la misma forma quisiera saber cómo esto afectaría al Pell Grant, y de dónde saldría ese dinero. ¿Será de mayores impuestos, o al costo de otro programa gubernamental?” dijo el estudiante de duodécimo grado, Marcos Balsera.

Además de esto el presidente hizo mención de la necesidad por reforma policial, el cuido de niños a nivel universal, el pago universal de la licencia de maternidad y enfermedad, y el voto por acción contra ISIS, el cambio climático, Cuba y la eliminación de métodos de tortura en el castigo de criminales. Nada inspiró a los corazones americanos como el hablar de su dinero.

El presidente quizás ha sido la mejor opción para el país en los últimos cinco años, pero pronto veremos cómo resulta el 2015. ¿Habrá otro cierre del gobierno? ¿Tendremos un presupuesto balanceado? ¿Seguirá el progreso? ¿Los politicos harán su trabajo de representar a sus constituyentes?